miércoles, 27 de junio de 2012

The Ultimates: Vengadores


Panini Comics ha sabido aprovechar el éxito cinematográfico de la película Los Vengadores y ha reeditado, de manera muy acertada, la serie que funcionó como evidente referencia del guión escrito para el cine por Joss Whedon

Considerado como un cómic imprescindible de la pasada década por muchos lectores, que también coinciden en señalar lo mucho que les cuesta recuperar las sensaciones de aquella primera lectura, lo cierto es que la obra no ha envejecido tanto como muchos consideran, continuando aún hoy en el Olimpo de las grandes aproximaciones a estos personajes. 

Mark Millar propuso su visión de Los Vengadores justo en uno de los momentos de menos popularidad de su historia, interesado en ofrecer una versión madura y realista de unos personajes en otro tiempo gloriosos. El objetivo de The Ultimates es relatar cómo sería la llegada de los superhéroes más poderosos del mundo en la realidad del presente, cómo actuarían dentro de un entorno real y actual, todo ello ilustrado por un enorme Bryan Hitch que realiza aquí el que posiblemente sea el mejor de sus trabajos en una brillante carrera. 

El primer tomo de Panini reeditado para la ocasión titulado Vengadores incluye los seis primeros números de la saga, y ofrece la posibilidad de disfrutar del primer gran arco completo con el que Millar quiso comenzar la revisión del mito. En él se dan cita la política, el realismo, la crueldad, la exploración profunda de los personajes y sus motivaciones y, en fin, el desarrollo de un universo superheróico de sorprendente madurez que sentó cátedra en el género y un éxito inmediato a partir de su misma fecha de publicación. 

En The Ultimates podemos encontrar a uno de los mejores Capitán América jamás escritos, enriquecido por el conflicto de haber despertado cincuenta años en el futuro y encontrarse con que todos sus conocidos han muerto o son ahora unos ancianos. Soberbio Iron Man, esbozado como mente prodigio y como ser que tiende a la autodestrucción, o ese Thor idealista y en contra del sistema que se ha quedado a vivir entre los humanos para proclamar su ideología no violenta. El conflicto matrimonial entre el Hombre gigante y Avispa pone sobre la mesa la relación de pareja en un hostil entorno de superhombres. Y finalmente, Hulk, cuya dimensión de su fuerza queda patente en su retrato no tanto de un superhéroe como de una bomba de relojería a la que hay que mantener controlada. Una bestia que no sale a luchar, sino a la que se suelta. 

El concepto que revela el guionista es que para adaptar a los personajes en el mundo corriente debe despojarse a aquellos mitos de sus retratos idealistas y de sus representaciones imposibles. En el mundo real los superhéroes son capaces de matar, de odiar, de sufrir, de tener celos de su pareja o de amar y no ser correspondido. El éxito de Millar es el de confrontar al hombre por encima del héroe. 

0 comentarios:

Publicar un comentario