jueves, 28 de junio de 2012

Concierto Imaginario #9


"New Horizons"

El Noveno Concierto Imaginario está dedicado a tres autores que, con sus obras, fueron capaces de abrir nuevos caminos expresivos a través de una música nada complaciente. La polémica existe en los tres compositores por diferentes motivos. Las piezas que incluimos aquí se cuentan entre las más célebres de sus producciones, y constituyen un buen punto de partida para adentrarse en la obra de cada uno de ellos, además de funcionar como conjunto. 

Se inicia la velada con la versión abreviada de Earth Cry, de Peter Sculthorpe, a modo de obertura sinfónica. El compositor australiano mezcla aquí elementos propios del minimalismo, el carácter épico, procedimientos aditivos y un soberbio uso de la percusión para conformar un retrato de los más hermosos lugares de su país. Obra salvaje y poderosa, poco ortodoxa, cuya respuesta emocional es intensa. 

El programa continúa con el Concierto para Violín del americano Ned Rorem, una obra aparentemente poco accesible que, al adentrarse en ella, se revela pronto como composición maestra, madura y refinada, estructurada en seis breves movimientos sin solución de continuidad y que juega con dos temas que convergen y vuelven a separarse en numerosas ocasiones. En ella hay momentos en los que el solista debe hacer gala de su virtuosismo tanto como de su capacidad poética para los pasajes más líricos, como en todo buen concierto. Lo más llamativo de la pieza es su capacidad para unir a solista y orquesta bajo un solo lenguaje y, al mismo tiempo, no perder nunca de vista la identidad propia del violín como narrador. 

La segunda parte del concierto está dedicada a la Primera Sinfonía de Sir Michael Tippett, compositor cuya obra sigue siendo muy celebrada en su país de origen. Casi un Concierto para Orquesta con opus sinfónico. La discusión sobre sus procedimientos musicales, sin embargo, le acarrearon no pocos problemas durante su carrera como ocurre con una Primera Sinfonía que está llena de un humor que los críticos más tradicionales entendieron como una falta de respeto. Demasiado irreverente para ser considerado serio. Tippett parece dominar todos los conceptos del clasicismo y utilizarlos retorcidamente para reírse de ellos. Nada más lejos de la realidad, pues el objetivo no es otro que actualizar aquellos procedimientos para construir un discurso basado en la alegría como clima sobre el que enfocar toda la obra. Incluso el solemne Adagio suena como si fuese un enorme chiste.

Música plena de belleza que requiere de la entrega del oyente para ser disfrutada por completo, pues su carácter poco accesible les valieron en su tiempo no pocas críticas. Nuevos horizontes, decisiones valientes y controvertidas. Obras malditas que encuentran en el presente, por fin, la gloria que siempre merecieron. 

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Enlace a Spotify para el Concierto Imaginario #9


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