lunes, 4 de junio de 2012

Batman y Robin #1



La edición de ECC de Batman y Robin incluye los 4 primeros números de la serie original

Volvemos a las series que integran el universo de Batman en "los nuevos 52" con la cabecera Batman y Robin, donde como bien indica el nombre, veremos a Bruce y a Damian Wayne formando equipo prácticamente por primera vez. Desde la aparición en el 2006 en el arco "Batman e hijo" de Damian (hijo de Bruce y Talia Al Ghul) y la posterior desaparición de Bruce en el alucinado (que no alucinante) arco que dio fin al periodo de Grant Morrison al frente de las historias del Caballero Oscuro, padre e hijo apenas habían compartido páginas. Y la verdad es que habían muchas ganas de verlos combatiendo el crimen codo con codo, pues es innegable el carisma del personaje de Damian y lo mucho que puede aportar en su relación con Bruce. Peter J. Tomasi, guionista de la serie, es muy consciente de ello y hace que la difícil personalidad del pequeño Wayne y la relación entre ambos sea el motor principal de la serie.

A priori pocas diferencias podemos encontrar entre esta serie y la homónima pre-NuDC a cargo de Grant Morrison, salvo que aquí tenemos a Bruce en lugar de a Dick Grayson llevando el manto del murciélago. Sin embargo no señalo esto como un error, sino que es lógico ya que era una serie bastante joven (comenzó en 2009) y que funcionaba perfectamente, sin mostrar ningún signo de agotamiento. En estos números nos introducen rápidamente al villano, Nobody, cuyo objetivo es curiosamente acabar con las diferentes versiones de Batman por todo el mundo que introdujo Morrison en Batman Inc. como si nunca hubiesen existido. Este enemigo no tarda en complicarle las cosas al clan Wayne, apuntando una misteriosa relación con ambos y forzando el obligatorio enfrentamiento entre padre e hijo.

El llamativo dibujo a cargo de Patrick Gleason forma una perfecta simbiosis con el color de John Kalisz, dándole un aspecto oscuro a la vez que colorido que termina de darle su personalidad única a este cómic. El dibujo está lleno de dinamismo en las viñetas de acción, y la entrada de Batman y Robin te golpea en la cara como si fueras uno de los delincuentes a los que están sorprendiendo. En conjunto, las páginas condensan muchas sensaciones, dando forma a un cómic oscuro y violento pero profundamente entretenido, lo que al fin y al cabo encaja a la perfección con el perfil de este Robin, pues a pesar de su complicado carácter es un niño de 10 años, y puedes sentir cómo se divierte con lo que hace.


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