jueves, 17 de mayo de 2012

Flash #1


La edición de Flash editada por ECC incluye los 4 primeros números de la serie original.

¿Qué sentido tiene escribir sobre un personaje que puede moverse a tal velocidad que el ojo humano no puede percibir sus heroicidades? ¿Cuántas veces podría resolver los problemas del mundo en una fracción de segundo sin que ni siquiera pudiéramos darnos cuenta? Para ello hay que pensar a la misma velocidad en términos de narración. Los segundos se dilatan, se expanden de manera casi infinita, el pasado y el futuro dejan de importar, al igual que las distancias, la cualidad laboriosa de cualquier tarea y el tiempo en sí mismo parece por fin superado. ¿Qué escribir, entonces? 

Para Flash, uno de los miembros tardíos y menos célebres de la Liga de la Justicia, el hecho de ser un apasionado por la ciencia y las labores detectivescas en la intimidad lo convierten en un ingenuo boyscout que persigue el bien en el sentido clásico de la Edad de Oro del cómic. La justicia y las personas por encima de todo. Y al ser el resto de seres humanos lo más importante, él se pone a su altura, a su concepción del tiempo y bajo los cánones de la forma de vida corriente. Las cualidades humanas de Flash son las que le convierten en un personaje sobre el que es interesante escribir, no por sus superpoderes.

Puede que no exista cómic hecho con mayor pasión que este en en la época actual. Quizás gran culpa de ello la tenga el hecho de que está co-escrito por el mismo dibujante y colorista implicados en el proyecto, Francis Manapul y Brian Buccellato, lo que ha generado en la obra una absoluta libertad y frescura para asumir riesgos y encontrar unos apasionantes hallazgos narrativos en cada página que no parezcan tener parangón. 

Efectos de sonido que se integran en el propio dibujo. La página grita, tiene voz. Viñetas que se pliegan a la manera de ver el mundo a la velocidad del superhéroe. Es la historia la que marca el ritmo y no el lector. La página se mueve, tiene vida. Me gusta su corbata, dice un personaje en una viñeta, y nuestros ojos vuelven atrás, a contemplar el diseño, a deleitarse con la composición y con sus variados descubrimientos. La página se vuelve sobre ti, te rodea, te toca el hombro y pide toda tu atención. 

Así debería ser todo número 1 que nazca con la intención de generar un auténtico amor por el medio, así debería ser todo relanzamiento de personaje. La apasionante aventura del descubrimiento.

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