jueves, 9 de agosto de 2012

Estela Plateada: Réquiem


J. Michael Straczynski, escritor célebre por su visión sobre Spiderman y su éxito al enfrentarse a aquel personaje, contempla los últimos días de un superhéroe cuyas andaduras en solitario son inexistentes en nuestros días. Tal vez tenga mucho de reivindicación el hecho de que Straczynski quiera narrar sus últimos días para llamar la atención sobre un personaje al que el público ha ido dejando de lado conforme han pasado las décadas. 

Planteado en cuatro capítulos siguiendo los cuatro movimientos de la partitura de un Réquiem, Estela Plateada conoce el deterioro de la aleación que lo recubre y, por lo tanto, su muerte inminente. La noticia le lleva a invertir el tiempo que le resta de vida en despedirse de todos sus seres queridos, además de intentar las últimas hazañas con la intención de marcharse en paz. El cómic rezuma nostalgia por su condición de despedida y, al mismo tiempo, evita cualquier clase de pretensión o de grandilocuencia. El héroe se marcha con tan poco ruido como ya hacía cuando estaba vivo. 

Las ilustraciones de Esad Ribic, que ya ha trabajado en espectaculares portadas para Marvel y en la genial novela gráfica de Namor en las profundidades, se entrega a las páginas del cómic con un sentido pictórico y otoñal que le dan al cómic la solemnidad que merece. Reed Richards o el propio Spiderman se cruzan con Estela Plateada en sus últimos momentos para constatar que, en el fondo, ninguno de nosotros nos molestamos por intentar conocerle del todo. 

0 comentarios:

Publicar un comentario