sábado, 10 de marzo de 2012

Batman: R.I.P.


En el último número de Superman - Batman: Apocalipsis, Darkseid confiesa al caballero oscuro que se ha dado cuenta, por fin, de que el héroe enmascarado no piensa igual que el resto de los humanos, y que tal vez el cruzado sí que tenga después de todo un superpoder: una mente prodigiosa que lo aleja de la condición de simple mortal. 

Ha costado casi cuatro décadas definir del todo el personaje para llegar hasta ese diálogo, en el que se resume lo que ya se intuía pero nunca se había puesto en palabras. La mente de Batman es superior a la de cualquier ser humano. Ese es su poder, su mayor habilidad, una cualidad capaz de doblegar a cualquier otro. El cuerpo frágil de un hombre alberga una mente invencible por la que le temen incluso otros superhéroes. 

Eso ha engrandecido el discurso de un personaje complejo: Bruce Wayne no es un ser solitario únicamente por sentirse atormentado con la muerte de sus padres. Se siente solo porque sabe que nadie va a estar jamás a la altura de su inteligencia, de su manera de ver el mundo. Nadie nunca le entenderá del todo. 

Grant Morrison continúa en su cruzada estelar de redefinir a Batman partiendo prácticamente desde cero, como si todo el camino transitado hasta ahora no sirviese para nada. En un formato discutible y oportunista que empieza a ser habitual en él, el guionista había planteado una novela de 25 capítulos que desembocaban en este R.I.P., poniendo a prueba al héroe enmascarado de una manera límite. 

El autor presenta a un Batman nada introspectivo, respondón y chulesco, muy poco reflexivo, impulsivo y apasionado. Parece que sea otro quien protagoniza esta aventura bajo esa conocida máscara. El guión teje una estructura en la que se desarrollan varios escenarios al mismo tiempo. Líneas paralelas que se entrecruzan, muy poco necesarias en el fondo, pero indudablemente pertinentes para lucir el genio de Morrison

Lo que desvela Batman: R.I.P. no es que el superhéroe sea capaz de superar cualquier situación adversa que le planteen los villanos del universo a través de su ingenio, sino que ya tiene pensadas las soluciones a posibles problemas futuros, como aquel que deja una copia de su llave bajo la alfombra. 

Es el detalle definitivo que revela este R.I.P. como un auténtico fiasco. Lo peor que se puede decir de lo que ha hecho Grant Morrison con Batman es situarlo a la misma altura de su oportunismo autoral. Su héroe es muy listo, pero nunca inteligente. 

1 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante apunte sobre Batman, y de acuerdo con lo que comentas de Morrison y su R.I.P salvo por ese detalle de que pretende redefinir a Batman desde cero, cuando desde mi punto de vista (y como se aprecia especialmente en este arco) intenta aunar todas las aventuras vividas por el caballero oscuro y darles validez en un marco de unos 25 años, aunque para ello incluya historias nada relevantes o personajes prácticamente olvidados como es el caso del Doctor Hurt, y no precisamente con mucho acierto a mi parecer.

Publicar un comentario