martes, 4 de octubre de 2011

Alice Sara Ott: Beethoven


Alice Sara Ott se convirtió desde la misma salida al mercado de su primer cd para Deutsche Grammophon en una absoluta promesa de los virtuosos del piano. Esa promesa se ha quedado ahí, afiliándose al grupo, cada vez más numeroso, de los artistas jóvenes del presente a los que les sobra técnica y la derrochan en cuanto tienen oportunidad pero que han olvidado la esencia comunicante de la música que tocan. 

En cualquier caso, Alice sigue teniendo uno de los pianissimos más inspirados y delicados de entre todos los virtuosos contemporáneos. Con ella descubro a un Beethoven delicado, a un Beethoven hermoso y puro, menos dramático y más poético. Tal vez su lectura no sea de referencia, en tanto que no supera a la de los grandes maestros (pienso en la última grabación de Emil Gilels) pero esa visión delicada y exageradamente dulce, que parece anunciar a Beethoven como el primer romántico, bien merece una atenta escucha. El disfrute no es en absoluto breve, es un disco que se paladea en un abrir y cerrar de ojos. 

Especial habilidad de la pianista para separar un pasaje de otro, un color de otro, pero sobre todo para aportar énfasis a los temas centrales allá cuando aparecen. Alice sería una estupenda intérprete de música contemporánea, posiblemente una de las mejores. Pero aún no ha tocado nada, porque bien sabe la Deutsche Grammophon que lo que continúa vendiéndose son los maestros clásicos. En ese sentido se trata de un producto de marketing asombroso, medido hasta las últimas consecuencias. Tras ese atuendo, sin embargo, puede escucharse música de verdad. 

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