domingo, 13 de noviembre de 2011

Namor: encuentro con el destino



Diseñado para surtir de trasfondo a una futurible versión cinematográfica del Príncipe de Atlantis, Encuentro con el destino narra un importante capítulo de la infancia de Namor que le llevará hasta la adolescencia, 

El argumento de Bill Jemas pretende explicar buena parte de la personalidad del superhéroe a partir de su primera experiencia amorosa, como si ésta hubiese sido la causante de su eterna arrogancia. 

Poco tiene que ver esta historia con el flirteo que se ha traído Namor y la Susan Storm de los 4 Fantásticos tiempo atras y que ha terminado convertido en el único tema de conversación que se aborda durante los encuentros entre el Príncipe y el grupo de superhéroes. 

Es este un cómic lleno de ternura. Su trama ilustra el descubrimiento del sentimiento amoroso entre la chica de la superficie y el joven de las profundidades. 

Aunque su desarrollo es especialmente débil (y lo es mucho más su abrupto desenlace), hay dos elementos que hacen único a Encuentro con el destino. Uno es, desde luego, la ternura con la que se narra todo lo que ocurre, la delicadeza del encuentro íntimo entre dos personas que nacen alejadas la una de la otra pero destinadas a encontrarse. Y el otro es, desde luego, el abrumador trabajo gráfico de Salvador Larroca, quizás su mejor obra. El colorido del fondo marino y la precisión de los gestos y las formas convierten la lectura en un festín visual que justifica por sí solo la existencia del cómic. 

Como ocurriese con Lobezno, a quien también se ha dotado de un pasado concreto en los últimos años, Namor tiene ya su primera historia de amor dibujada con trazo mágico. La diferencia es que en Encuentro con el destino sí tenemos la sensación de haberlo vivido. 

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